7 ene 2008

Si el cuerpo pide chocotorta, hay que hacerla...


Sí, en un fin de semana me comí una chocotorta. Yo solita. So what? No soy de las que tienen problemas de peso y hoy tengo la panza chatita como tabla de lavar. Francamente, los kilos me importan muy poco, tal vez es por eso que siempre fui menuda. Además, me viene bien comer cosas "engordantes", siempre estuve rondando los 53 kilos y desde hace más o menos un año que la aguja de la balanza se clavó en 49 y no logro subir (por suerte tampoco bajo, sino no existiría). Dicen que el chocolate todo lo cura, yo puedo agregar que el dulce de leche mezclado con casancrem también sana...

2 comentarios:

Bere dijo...

Martina, que risa, yo conquiste a mi novio con una chocotorta, fue un milagro de chocolate para el: un combo magico entre recuerdos de la infancia, dulzura, identidad y gesto de amor...q rica!

Vero dijo...

Eso no es solo una torta, no la puedo ningunear. Eso es arte en su máxima expresión y en el estado más puro que un ser humano podría apreciar desde que el mundo es mundo.
Gracias a Dios yo tampoco tengo problemas de peso, como y sigo comiendo y como si nada, mi naturaleza ni se entera. La verdad que es una maravilla tener un metabolismo con estas características. Thank God!